Tuesday, December 31, 2013

sel-praise

51. Pero a fin de adquirir la humildad, es necesario también ser prudentes en no hablar bien de uno mismo . "Vamos. Otra te alabaré", dice la palabra inspirada ", y no tu propia boca, un extraño y no tus propios labios." [Prov. xxvii, 11] 
Es muy fácil para nosotros caer en este error de alabar a nosotros mismos "Hasta que se convierte en un hábito, y con este hábito tan opuesto a la humildad, ¿cómo podemos ser humildes? 
¿Qué cualidades tienen que de los nuestros para que nos puede alabar a nosotros mismos? Todo lo bueno que hay en nosotros viene de Dios, y sólo a Él debemos dar alabanza y honor. Cuando, por lo tanto, alabamos a nosotros mismos que estamos usurpando gloria que pertenece sólo a Dios. Aunque en alabar a nosotros mismos veces se refieren todos a la honra de Dios, poco importa, y cuando no hay necesidad absoluta que es mejor abstenerse de auto-alabanza , porque aunque nos referimos todo para la gloria de Dios con nuestros labios, nuestro amor propio ingeniosa y sutil no puede dejar de apropiarse de él en secreto E incluso habla con desaprobación de nosotros mismos puede estar al acecho cierto orgullo hipócritas en nuestras palabras, como fue mencionado por el sabio de la antigüedad, cuando dijo:. "Hay uno que se humilla, perversamente, y su interior está lleno de engaño ". [Ecclus xix, 23] 
Por lo tanto, nunca puede velar por nosotros mismos lo suficiente, porque no hay nada que nos enseña tan bien saber el orgullo de nuestro corazón como nuestras palabras, con las que ya sea mostrar u ocultar la depravación de nuestra afectos Y esta es la característica de los soberbios, de acuerdo con San Bernardo:. "El que jactanciosamente proclama lo que es, o miente sobre lo que no lo es." [Epist lxxxvii.] 
Tengamos en el corazón y la mente este consejo valioso dadas por Tobias a su hijo: ". Nunca sufrir orgullo a reinar en tu mente o en tus palabras" [. Tob iv, 14] Las palabras de un hombre orgulloso son náuseas, si él habla de sí mismo o de los demás, y son odiados tanto por Dios y el hombre: por lo tanto, debemos detestar este vicio, no sólo de los cristianos, sino también desde el punto de vista humano.

No comments:

Post a Comment